miércoles, 29 de febrero de 2012

sana diversion

  • El valor de la sana diversión consiste en saber elegir actividades que nos permitan sustituir nuestras labores cotidianas, por otras que requieren menor esfuerzo, sin descuidar nuestras obligaciones habituales, facilitando el desarrollo físico, intelectual y moral de las personas.
  • Hay quienes piensan que divertirse consiste en reír todo el tiempo y hacer sólo las cosas que nos gustan y sirven de entretenimiento, sin embargo, una buena diversión va mucho más allá de sentirse bien y cómodo.
  • La realidad es que todos nos divertimos de alguna manera, pero cabe cuestionarnos si todas nuestras alternativas permiten formar y desarrollar los valores; muchas veces dejamos “reposar” (a los valores) y actuamos como si la diversión fuera un apartado en nuestra vida.
  • El problema de fondo radica en la moderación de nuestros gustos y el control de nuestras apetencias, es decir, saber dedicar el tiempo necesario e indispensable a cada actividad recreativa y no caer en cualquier tipo de excesos.
  • La buena diversión nos permite crecer humanamente y realizar algo positivo, quién vive inmerso en un mundo agitado, se olvida de los demás y es la imaginación, la vista, el gusto o el tacto quienes gobiernan su actuar, convirtiéndose en “dependiente” de las actividades que le proporcionan placer físico y lo hacen sentirse bien, y a eso, no se le puede llamar diversión.

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