martes, 14 de febrero de 2012

el perdon

De esta manera, debemos saber que los resentimientos nos impiden vivir plenamente, quizás un acto que provenga del corazón puede cambiar nuestras vidas y la de aquellos que nos rodean. Así, es necesario pasar por alto los detalles pequeños que nos incomodan, para alcanzar la alegría en el trato cotidiano en la familia, la escuela o la oficina. Es más, debemos evitar que estos sentimientos de rencor nos invadan, por el contrario, es necesario perdonar a quienes nos han ofendido, como un acto voluntario de grandeza, disculpando interiormente las faltas que han cometido otros.
 Cuando interpretamos de manera negativa la mirada o la sonrisa de los demás.  Cuando nos molestamos por el tono de voz de una respuesta que recibimos, que resulta a nuestro juicio, indiferente o molesta.  Cuando el favor que otros nos hacen no se condice con nuestras expectativas.  Cuando se le otorga una encomienda a una persona que consideramos de una “categoría menor”, para la cual nos considerábamos más aptos, entonces consideramos esta designación injusta.
Queda claro que al ser susceptibles, creamos un problema en nuestro interior, y tal vez juzgamos a quienes no tenían la intención de lastimarnos. Debemos tener en cuenta, que hay conductas y pautas de acción, que al ponerlas en práctica, construimos herramientas para saber perdonar:
 Evitar "interpretar" las actitudes.  No debemos realizar juicios sin antes preguntarnos el “por qué” nos sentimos agredidos o lastimados (de esta forma encontraremos la causa: imaginación, susceptibilidad, egoísmo).  Si ese malentendido se originó en nuestro interior solamente, no hay que seguir lastimándonos con pensamientos negativos como “no hay que perdonar”. Porque nos lamentamos cuando descubrimos que no había motivo de disgusto... entonces, nosotros debemos pedir perdón

No hay comentarios:

Publicar un comentario