martes, 7 de febrero de 2012

decencia

  • Constituye aquel valor que nos hace conscientes de la propia dignidad humana, a través de él los sentidos, la imaginación y hasta el propio cuerpo son resguardados de la morbosidad y al uso promiscuo de la sexualidad.
  • Si una persona abandonara este valor como guía para su vida, de seguro sufriría una transformación tanto en su personalidad como en su vida social: de seguro se volcaría a la búsqueda del placer mundano y continuo, muchas de sus conversaciones aludirían al tema sexual; continuamente buscaría algo que estimule su imaginación y sentidos (revistas, películas, internet, etc.); portaría una mirada inquieta, se enfocaría en personas físicamente atractivas...
  • En realidad la persona se torna superficial, en vez de considerar como importantes los aspectos humanos de las personas (inteligencia, cualidades, sentimientos), ahora la presencia y el aspecto físico se tornan valores fundamentales que estructuran su vida, los afectos ya no importan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario